Por la mañana, paseamos y jugamos por este bello pueblo del Cameros.

Tras una reponedora comida, cogimos fuerzas para una tarde llena de aventuras, arneses, tirolinas, puentes, camas elásticas y donuts.

Agotados, pero felices, volvimos a última hora de la tarde a Logroño.

Queremos agradecer especialmente la colaboración económica y disponibilidad del Ayuntamiento de Lumbreras, del parque de aventuras Riojaventura y del Bar-Restaurante La Iregua, que nos preparó y donó una increíble comida.

¡Muchas gracias a todos y esperamos que muy pronto podamos compartir más momentos inolvidables!